martes, 9 de enero de 2007

En defensa de Bruce Wayne (tercer intento)

Vale. Muy bien. Ya lo he intentado dos veces, y las dos veces Bruce Wayne me ha echado por tierra mis argumentos. Pues muy bien. Pero no me voy a rendir tan fácilmente.

Damas, caballeros... Bruce Wayne no es heterosexual.

Pero aquí viene la trampa, gente... tampoco es homosexual.

Sencillamente, no tiene tiempo para plantearse cuestiones tan mundanas como la orientación sexual o el orden a la hora de ponerse las mallas y los calzoncillos. Se trata de algo más allá de lo humano: es un autómata, regido sólo por su obsesión, por su guerra. Estamos hablando de alguien que tiene siempre siete planes para cada situación, con siete planes de emergencia para cada uno de los siete originales. Se ha entrenado en las artes del combate y la deducción, domina las ciencias aplicadas a la investigación criminalística, ha viajado por el mundo para perfeccionar sus aptitudes para la lucha contra el crimen. ¿Creéis acaso que alguien tan frío, tan estricto, tan disciplinado, tiene tiempo para enamorarse? Es más, ¿creéis que tiene tiempo para ponerse a escoger de quién se podría enamorar si tuviera tiempo para ello?

No, damas y caballeros. Bruce Wayne es sólo una fachada, y Batman (la persona tras la máscara) vive sólo para su cruzada. Sus noches las dedica a cazar delincuentes. Y cuando lucha contra un delincuente, en su mente sólo hay espacio para una cosa...

¿Encuentras ya la pastillita de jabón? ¿Te ayudo a buscar?

...

...

anda vete a la mierda cuando tengas un rato, Batman,¿quieres?

[El Creeperillas no pierde la esperanza]

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