Procrastinadores Anónimos

- Hola.Me llamo Jotace y soy... sigh... procrastinador.

- ¡Hola, Jotace!

- ¡Te queremos, Jotace!

- ¡Cuenta tu historia!

- ¡Sí! ¡Cuéntanos tu historia, Jotace!

- Está bien... yo era de aquellos niños que siempre tenían hechos los deberes... y me enorgullecía de ello, aunque los demás chicos aprobasen sin pegar golpe y me quitasen el almuerzo...

- ¡Muy bien, Jotace!

- ¡Te queremos!

- Sí, bueno, gracias... bueno, cuando empecé a trabajar... pues llevaba toda la faena al día.... los exámenes corregidos en dos días... las clases preparadas...

- ¡Bien por tí, Jotace!

- ¡Dios te bendiga, Jotace!

- ¡Te quere...!

- ¡Basta ya con las interrupciones, coj*nes! Euh, perdón... sigo: pero un mal día descubrí la internet... y me hice un blog... y descubrí que si tardabas una semana en corregir los exámenes, tampoco pasaba nada... empecé a procrastinar... primero un poquito... luego más... llegó un momento en que se me amontonaban los exámenes, las llamadas por hacer, los correos por contestar... pero como a nadie parecía perocuparle, pues yo seguía y seguía hundiéndome en el pozo de la procas... pocras... bueno, en el pozo ese...

- ¿Y qué pasó, Jotace?

- ¿Que qué pasó? Pues que el comic me salvó, amigos...

- ¿El cómic? ¡Cuentanos eso, Jotace!

- Sí, amigos. El comic. Una sola viñeta de comic me señaló el camino. Desde que vi esa viñeta, entendí que todo lo que vale la pena hacerse debe hacerse aquí y ahora, sin dilación, sin tardanza. Porque un aplazamiento de un minuto puede ser una oportunidad perdida para siempre.

¿Pero es que me vais a dejar así?

- ¡Te queremos, Jotace!

- ¡Que sí, pesao!