Momento salonero (I)

Pues estamos el sábado Rafa y yo así, zascandileando, esperando a que apareciesen Laintxo y el Tete para ir a comer, cuando vemos que en la cola de firmas de (ese pedazo de trozo de cacho de genio que es) Manel Fontdevila apenas había gente. ¿Vamos? Vamos. Me compro a la carrera el segundo tomo de la parejita, para regalar a mi santa, y a la cola. Como cuarto de hora después, el señor mayorzote que teníamos delante nos indica que sólo habría firmas hasta él mismo, que si no no puede ser y no sé qué (¿?).

Un visionazo calorífico y un cadaver achicharrado (ambos metafóricos) después, llegan Laintxo y el Tete y nos vamos a comer.

Comemos.

Mientras el Tete y Laintxo entrevistan a Yvonne Reyes Ivan Reis, Rafa y yo zascandileamos de nuevo por la misma zona. Ah, mira, Fontdevila firma de aquí a un cuarto de hora, y sólo hay un tío. ¿Vamos? Vamos. Guardamos cola. Llega Fontdevila. Dibujito para el tipo. Dibujito para Rafa. Dibujito para mí.

- ¿Se lo puedes dedicar a Esther, Diana y Jotace? Jotace tal como suena.

- Claro. ¿Jotace como el del blog?

- Er... uuuuumm... sdfsfsfsfsggggg... [amago de infarto cerebral]... síesssquesoyyomismo...

- Ah, vaya. A veces entro. Está bien. ¿Oye, estás bien? Te pasa algo?

- No... sí...

- ¿?

- Nada, es que creo que me he corr*do....*




Así que ya lo sabeis, amigos: leeis el mismo blog en el que a veces, de tanto en tanto, entra Manel Fontdevila, que, atención, ¡dice que está bien! ¡Eh, podría estar leyendo esto ahora mismo! ¡Oh, vaya! ¡Oh, cielos!, ¡¡¡OH, UAU!!! ¡Manel! ¡Hola, Manel! ¡Eoh! ¡Mira, he hecho un banner! No te importa, ¿verdad?



Esto sí que es una condecoración, y lo demás son tonterías.

* Esta parte de la conversación, la que está en cursiva, es completamente ficción. Aunque la cosa estuvo ahí ahí, NO me c*rrí físicamente. Y si lo hubiese hecho, no lo reconocería en público.

Por lo menos hasta el cuarto o quinto gintonic.