Batman y Robin, investigadores sagaces
han sido invitados un baile de disfraces
Bruce nos guiña el ojo, satisfecho,
ante el susto de Grayson. Berberecho.
(Vale, un poco forzado, pero es que yo soy más de números.)
Vaya broma que el hado les destina;
¡el baile exige compañía femenina!
Visto lo visto, Robin aceptaría ir de caperucita;
pero va a ser que esa opción está proscrita
Pues Batman ha pensado que por ser muy pizpireta,
¡Robin hará una estupenda Maria Antonieta!
Y de los dichos, pasamos pues a los hechos:
¡hete aquí al Chico Maravilla con pechos!
¡Déjate de cuchufletas, majo!,
se mosquea Robin sujetándose el refajo
Con todo dicho, se cruza el Rubicón;
y el resignado Robin se atusa el pelucón
"Vamos, Robin, a ver cómo te portas".
¡Para bailar con el efebo hay tortas!
Pero qué suerte tienes, Robin, ladrón,
¡en buena lid venció el piratón!
El pirata, entusiasmado, inicia el agasajo
mas, atención, ¡bajo esa falda hay badajo!
Ambos inician una danza de altos vuelos
cuando aparece el monstruo de los celos
El amante pirata busca más intimidad
a fin de beneficiarse a la beldad
La dama, acorralada, se inquieta;
¡pretenden arrimarle la cebolleta!
Cuando el pirata ya busca los pechos,
¡Aparece Batman, reclamando sus derechos!
¡Final feliz! ¡Batman se une a la fiesta!
En cuanto aparezca un culo... ¡con su puño dará respuesta!