jueves, 17 de enero de 2008

La cosa marcha

Apreciados correligionarios.

Me complace comunicaros que el Plan de Dominación Marciana sigue, inexorablemente, su curso. Y me honro hoy en anunciaros una nueva conquista, una nueva cuota de poder que sumar a los anteriores éxitos que, ahora y siempre, han caracterizado nuestra heroica empresa y que, indubitablemente, acabarán propulsándonos, más pronto que tarde, hacia la inevitable victoria final.

En esta ocasión, el fruto recogido responde a una estrategia a largo plazo. Seis años de cuidadosa planificación, de esperanzada pausa, de maquinaciones sin fin... culminaron ayer, cuando sonó el timbre de la Mansión Marciana y el Señor Esteban, del 5º2ª, me hizo entrega en una ceremonia sencilla, a la par que emotiva, de los Objetos de Poder que me convierten en... ¿me atreveré a decirlo...? ¡Supremo y Todopoderoso Presidente de la Escalera!


Éstos son mis poderes

En mis manos obra ya el Sagrado Libro de Actas... los Arcanos Paquetes de Antiguos Recibos y Extractos, sometidos por el Ancestral Encantamiento de la Goma de Pollo... las Inefables y Nefandas Llaves del Inmueble... la Muy Esotérica Libreta de Caja... y el adminículo supremo: ¡El talonario de La Caixa! (más euros, veintitrés con cincuenta y dos en efectivo). Todo ello en dos cómodos displays; el uno de Caramelos Solano y el otro, de una especie de trasunto de Puritos Reig. Y una pila de regalo.

Amigos, no dudéis que la experiencia de gobierno supondrá un valor añadido en el avance de la Conquista Marciana... van a haber cambios por aquí, oh, sí, ya lo creo... para el Discurso deInvestidura, empero, todavía dudo si escoger el siempre agradecido Trabajemos Todos Juntos En Pos Del Esplendoroso Futuro Que Nos Aguarda, o si será mejor dejarse de tontadas, ir directamente al turrón y tirar del clásico Arrodillaos Ante Mí Y Temed Mi Poder, Perros Sarnosos... oh, decisiones, decisiones...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Humor comiquero sofisticado e inteligente. Hacemos de la elegancia nuestra bandera. No encontrará usted nada mejor a este lado del rio ese de CHOCHOA.