5-10-2005
Queridos amiguitos y amiguitas: hoy aprenderemos cómo conducirnos en el clásico caso de persecución automovilística. Extra Bonus: sin desvelar nuestra identidad secreta super heroica a la bella, aunque quizás excesivamente curiosa periodista de turno. Con dos cojones.
Ésta es la situación inicial. En nuestra identidad civil, conducimos tranquilamente nuestro automóvil, acompañados por la bella, aunque quizás excesivamente curiosa, periodista de turno, cuando descubrimos que un sospechoso automóvil nos está siguiendo:
El primer paso consiste en desembarazarnos de la bella, aunque quizás excesivamente curiosa periodista. Esto puede conseguirse mediante el hábil uso del pinzamiento vulcaniano:
Una vez libres de la bella, aunque quizás excesivamente curiosa periodista, ya tenemos pista libre para desembarazarnos de nuestro perseguidor. Reduciremos paulatinamente la marcha de nuestro automóvil y nos desviaremos hacia la derecha, como si fuésemos a detenernos. El objetivo de esta maniobra es que el coche del perseguidor se sitúe en paralelo al nuestro.
Ya casi estamos: una vez el automóvil perseguidor esté en posición, rápidamente abriremos la puerta y lo mandaremos al sembrao de una patada.
Limpio, fácil y rápido. Y con dos cojones, claro.
Entonces, lo de Carrero Blanco...
ResponderEliminarJoder, son mejores estas retrospectivas, a que él vuelva de de sus vacaciones.
ResponderEliminarMejor que se tome un año sabático.
Eso si que eran heroes de verdad, y no los mariquitas de ahora que tienen traumas cada vez que hay que patear unos cuantos culos.
ResponderEliminarQue te siguen los malos? Pues les mandas de una patada a tomar por c*l*.
Esto... y la identidad secreta bien, no?
¿Usted tambien cree que le hicieron el pinzamiento vulcaniano?
ResponderEliminarMe gustaria saber las leyes fisicas que rigen según los guionistas,porque obviar que toda acción tiene una reacción.....
ResponderEliminar¡¿Qué si no?!
ResponderEliminarNota especial: La patada debe ser lo suficientemente fuerte para que no sobreviva ningún delincuente capaz de contar lo que le ha pasado.
ResponderEliminarAdemás conviene dar la vuelta y correr a toda leche por la calle para atropellar a los posibles testigos.
Es importante no confundir el orden de los factores porque patear a la bella, aunque quizás excesivamente curiosa periodista, para a continuación intentar pinzar coche ajeno, puede llevarnos a presentar excusas absurdas y, quien sabe, a una prolongada sequía de coyunda y fornicio...
ResponderEliminarTu qué sabes?... A lo mejor dentro del coche iban un par de bellas y un tanto masoquistas supermodelos no demasiado listas...
ResponderEliminarA mi me alucina la razón que pone para darle la atacar al coche de atrás "Uy! tengo un coche detrás, me da que me van a intentar tirar por el puente", y el inocente ciudadano que va detrás del coche del supes indignado porque el héroe no hace mas que mirar las tetas de la periodista haciendo eses y sin poner el intermitente, ve como el sudodicho se pone a su lado y le manda a tomar por c*l* de una patada, y el seguro a terceros no cubre ataques superheroicos.
ResponderEliminarLa culpa es suya por echarle las largas...
ResponderEliminarPOR FIN llega una de mis entradas favoritas del Blog. Desde que empezó Times Past que esperaba que asomara el Supermán cabrón que chuta coches. Lágrimas de risa y emoción resbalan por mi mejillas. GRANDE.
ResponderEliminarManda ala mierda el otro coche y sin romper la valla, joder que dominio del esférico, Clark XD
ResponderEliminar