Desde el alba de los tiempos, el Hombre (y, sobre todo, la mujer) ha tratado de adivinar el tamaño del sexo de sus congéneres a través de la observación de sus atributos más visibles.
Con el tiempo, evolucionaron muchas y muy diversas teorías que trataban de establecer correlaciones entre estos atributos visibles y el susodicho tamaño del asunto, pero en la actualidad podríamos señalar dos de ellas como las más comúnmente aceptadas.
La primera puede enunciarse de manera sencilla como "Nariz grande, p**** grande" (NGPG). De acuerdo a esta teoría, el tamaño del instrumento estaría en consonancia con el tamaño de la probóscide nasal. Dicha teoría se apoya, sobre todo, en la observación del elefante.
La segunda, algo más elaborada, reza "Manos grandes, pies grandes, p**** grande" (MGPGPG). Nótese que, en este caso, el número de parámetros se multiplica por dos, si bien los casos "Manos grandes, pies pequeños" y "Manos pequeñas, pies grandes" parecen quedar fuera del alcance de la teoría.
En cualquier caso, el gran dibujante Humberto Ramos nos brinda su opinión al respecto, y su adhesión a esta segunda corriente teórica, en una imagen que nada tiene que envidiar, en cuanto a elocuencia, a ninguno de los tratados al respecto:
Con el tiempo, evolucionaron muchas y muy diversas teorías que trataban de establecer correlaciones entre estos atributos visibles y el susodicho tamaño del asunto, pero en la actualidad podríamos señalar dos de ellas como las más comúnmente aceptadas.
La primera puede enunciarse de manera sencilla como "Nariz grande, p**** grande" (NGPG). De acuerdo a esta teoría, el tamaño del instrumento estaría en consonancia con el tamaño de la probóscide nasal. Dicha teoría se apoya, sobre todo, en la observación del elefante.
La segunda, algo más elaborada, reza "Manos grandes, pies grandes, p**** grande" (MGPGPG). Nótese que, en este caso, el número de parámetros se multiplica por dos, si bien los casos "Manos grandes, pies pequeños" y "Manos pequeñas, pies grandes" parecen quedar fuera del alcance de la teoría.
En cualquier caso, el gran dibujante Humberto Ramos nos brinda su opinión al respecto, y su adhesión a esta segunda corriente teórica, en una imagen que nada tiene que envidiar, en cuanto a elocuencia, a ninguno de los tratados al respecto:
Y es que más vale una imagen que mil palabras...
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