(Aviso importante: hasta que pasa el rabo todo es toro, razón por la cual esta entrada está datada a las 9:00 a.m. del 1 de septiembre, que es el preciso instante en el que previsiblemente haré acto de presencia en el tajo, dando así fin de manera oficial a las vacaciones de verano de 2009. De manera que si estais leyendo esto, sí: estoy trabajando y no, no estoy para bromitas. Tenedlo presente en los comments y respetad mi dolor, okis?)
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¡Hola, marcianada, y bienvenidos a una nueva temporada del Blog de Jotace! ¡Este año nos esperan grandes sorpresas! ¡Nuevas secciones! ¡Sorpresas! ¡Nuevos contenidos! ¡Sorpresas! ¡Nuevas, uh, cosas! ¡Y sorpresas, muchas sorpresas! ¡Y, sobre todo, un giro radical hacia el mundo gafapasta! ¡Sí, gafapasta! Porque ya está bien de vivir en la fase retentiva anal, caca-culo-p****-pis! ¡Es hora de madurar, de poner cara de querer ir más allá y de darle una pátina de respetabilidad a este blog de la que ahora mismo carece, y que sin duda atraerá esponsors y copias de prensa como moscas a la miel! ¡Así que vamos ya sin más dilación a abordar nuestra primera reseña sesuda y profundamente gafapástica! Hoy toca... a ver... toca... ouch.
Snif.
Pues nada, si el destino así lo quiere... ¡por H'ronmeer, que os daré más de lo mismo, y doblado si fuere menester! ¿Me oís? ¡Doblado!
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