A la gente común y de bien, vamos, a la gente normal, la que le llama al pan, pan y al ayuntamiento carnal entre maric... bueno, pues eso, a la gente de bien, digo, ya no nos pilla de sorpresa. Pero es posible que usted, amigo lector, sea de esos cuya ingenuidad y, por qué no decirlo, menguada inteligencia, hagan que sus ideas políticas se inclinen peligrosamente hacia ese mal llamado progresismo, tapadera evidente de la conspiración judeo-masónico izquierdista en contubernio con el terrorismo rojo que nos asola.
Si es el caso, muy probablemente sea usted fiel lector de panfletos que no honraremos mencionándolos, y telespectador de la cadena titiritera por antonomasia: La Sexta o, como la gente de bien la llamamos, La Secta.
Actoruchos de medio pelo, humoristas sin gracia, periodistas rebotados de los medios serios... todos obtienen su porción de pesebre por el módico precio de loar a Zapatitos y esparcir mierda sobre gente común, gente de bien, sin importar el tamaño de la mentira que deban utilizar o la intachable respetabilidad (Ánimo Paco!) del que en ese momento escojan como blanco de su bilis. Y para muestra, un botón.
En ese conato de programa (?) que mezcla la desinformación más malévola con el humor (??) más chabacano, el Intermedio, conducido por ese mediocre instigador de palizas nocturnas que se hace llamar Gran Wyoming, suponemos que por no avergonzar a quien le dio sus apellidos, se informó -es un decir- hace unos días de la aparición de algunos miembros de la susodicha cadena en un comic americano, el Batgirl 13 en concreto. Esta es la imagen:
Primera manipulación: así se nos muestra en el reportaje (?):
¿Notan algo? ¿Sí? ¡Sí! ¡Ese notorio catalán separatista, Andrés Delafuente, ha desaparecido de plano! ¿Las típicas mezquindades y traiciones marxistas? ¿Ha caído Andresito en desgracia? ¿Acaso ha ofendido a sus comisarios de partido, qué se yo, diciendo la Verdad en algún momento? ¿Le espera una checa? ¿El exilio? No sabemos, pero estaremos atentos. Aunque no es ésta la más grave manipulación; sigan conmigo un poco más. Esta es la siguiente aparición del Gran (?) Wyoming:
Que en el reportaje se nos presenta así:
Parece lo mismo, ¿no es cierto? Porque lo es. Es exactamente la misma imagen. Pero claro, el supuesto periodista no es, ni de lejos, el centro de la imagen, ya le gustaría. No, es un secundario, un segundón, un personaje accesorio y fácilmente olvidable. ¡Ah, qué insulto! ¡Qué oprobio! ¡Inaceptable! Y así es como, escudándose en la necesidad de informar, se manipula con total descaro la imagen para conseguir...
...dotar al titiritero mayor de aquello de lo que obviamente adolece. ¡Manipuladores!
¡Mentirosos! ¡Titiriteros!Ah, estoy tan iracundo que me parece que voy a aprovechar la fiesta de la Merced y me voy a ir de puentazo hasta el lunes. A ver si para entonces se me ha pasado el sofoco...