Vivimos tiempos complicados.
Vivimos una época en la han desaparecido las certezas y tan sólo existen las dudas. Un tiempo mareante, en que las novedades se suceden vertiginosamente hasta sobrepasar nustro pobre entendimiento. En que todo aquello en lo que cimentábamos nuestras creencias y nuestros sistemas de valores, parece escurrírsenos entre los dedos y convertirse en... alguna otra cosa, todavía por determinar. Un tiempo en el que nos vemos obligados a revisar constantemente todo aquello en lo que creíamos. Una época en la que parece que la única constante es... el propio cambio.
Fiel reflejo de esta situación, de esta líquida modernidad, son, por supuesto, los comics. Los comics, permanente reflejo de la sociedad, no pueden sino trasponer esta situación de cambio constante, obligándonos a contemplar como probables extraños escenarios que jamás habríamos imaginado, aferrados a nuestras antiguas y caducas creencias.
Por ejemplo... ¿y si el Universo DC estuviese poblado únicamente por heroínas? Tal es la premisa de la línea Ame-Comi, en la que heroínas, y solamente heroínas, conforman el paisaje super heroico.
Y vosotros pensaréis: "pero... pero... ¿cómo de, de, de, malo puede ser ...?"
Muy malo, amigos.
Muy malo.
Ahí teneis.
Ahí teneis a vuestros otrora masculinérrimos y varoniles héroes.
Convertidos Batgirl y su chica maravilla, Robin.
Hablando de chicos.
Mientras comen helado.
A cucharadas.
Cucharadas soperas.
Sí, sí, lo sé. Lo sé. Duele. Pero todo cambia, y no podemos bañarnos en el mismo río dos veces. Hay que abrazar el cambio. Fluir con los tiempos... y dejar atrás el antiguo mundo y sus certezas.
Sé que os pido mucho.
Sé que teneis miedo. Lo sé, hijos míos. Pero no temáis.
Pues, incluso en estos tiempos convulsos, siempre podemos confiar en una constante. Una circunstancia inmune al cambio. Algo... permanente.
Algo universal.
Algo a lo que agarrarse.
Power Girl.
Claro que estoy hablando de Power Girl.
POR SUPUESTO que hablo de Power Girl.
Porque, allá donde asome un Universo DC de cualquier tipo, vosotros y yo sabemos que habrá un dibujante dispuesto a dotar a Power Girl, nuestra Power Girl, del mayor par de aldabas que jamás se hayan dibujado.
Y esto es bueno.
Y quizás haya alguno, entre vosotros, que piense..., "no es suficiente..." "es poco...", o "yo necesito más..."
No temais, hijos míos.
Porque cuando de las peras de Power Girl se trata...
Lo que necesitéis.