Pues hete aquí que Aquaman, el muy varonil, ejem, Rey de los Siete Mares, es capturado por el método, sin duda irónico, de enredarlo en una red de pesca, valga la redundancia:
¡Nada puede salvarle! ¡Atado e indefenso, a merced de su enemigo! ¿Será éste acaso el amargo final de las aventuras de Aquaman?
¡NO! ¡Porque él nunca sale de casa sin su fiel Pez-espada!
Con lo cual, y como queríamos demostrar, Aquaman no es que se alegre de verte.
Es que lleva un pez espada en el bolsillo.
¿Y el pez se muere?
ResponderEliminarQué malo este Aquamán...