Tenemos encima las navidades, amigos, y ya sabeis lo que eso significa: hay que comprar los puñeteros regalos.
Claro, la gente se agobia porque tiene poco tiempo, se lanza a unos grandes almacenes y no hay sitio para aparcar y todo está carísimo y lleno de gente y los villancicos a todo trapo que no te los puedes sacar de la cabeza, y corre corre que ya van a cerrar, pero mira cómo beben los p*tos peces en el río...
Sí, un agobio.
Pero, si me permitís un consejo, os diré que lo más importante a la hora de regalar no es que el regalo sea muy exclusivo, ni muy caro, ni muy complicado. Lo más importante es que el regalo...
...transmita cariño.
Claro, la gente se agobia porque tiene poco tiempo, se lanza a unos grandes almacenes y no hay sitio para aparcar y todo está carísimo y lleno de gente y los villancicos a todo trapo que no te los puedes sacar de la cabeza, y corre corre que ya van a cerrar, pero mira cómo beben los p*tos peces en el río...
Sí, un agobio.
Pero, si me permitís un consejo, os diré que lo más importante a la hora de regalar no es que el regalo sea muy exclusivo, ni muy caro, ni muy complicado. Lo más importante es que el regalo...
...transmita cariño.
[Gracias, Aram Bonmati. ¿Quieres que te regale algo?]
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