viernes, 19 de febrero de 2010

Cómo sobrevivir sin Robin

Consciente de que su, eh, dependencia de los distintos Robins constituye una debilidad, Batman intentó en cierta ocasión lo que intenta con todas sus debilidades: blindarlas. Para ello, contactó con cierta, um, amiga, a la que trató de convencer para que, er, sustituyese a Robin (¿qué Robin? ¿y qué más da? El que estuviese) en ciertos aspectos de su, um, competencia.

Sólo por si acaso. Por si algún día Robin no estuviese a mano.

Este constituye un documento valiosísimo que nos habla de la tenacidad y sacrificio necesarios en el entrenamiento del Cruzado de la capa.


"No tienes que hacerlo" "Pero..."


"Pero yo tampoco" "No, no tienes por qué"


Eso es, Batman. Superando cada obstáculo en tu camino.

"Déjame acabar"

Probablemente sean ustedes conscientes de que estamos ante un experimento fallido, puesto que la querencia de Batman por sus Robins no ha menguado, antes al contrario, como demostramos en este blog una y otra vez.

Pero, eh, que estuviese condenado al fracaso desde el principio...

"Intentémoslo de nuevo"

...no implica que Bats no se dejase la piel...

3 comentarios:

  1. Imposible, sin Robin no es lo mismo. Que ni lo intenten.

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  2. Ahora entiendo por qué despidió tan rápido aquella Robin rubia, que tuvo durante cuatro días...

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  3. Ahora entiendo por qué despidió tan rápido aquella Robin rubia, que tuvo durante cuatro días...

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Humor comiquero sofisticado e inteligente. Hacemos de la elegancia nuestra bandera. No encontrará usted nada mejor a este lado del rio ese de CHOCHOA.