- Tranquilo, Capi, ya ha pasado todo, ya está... cuentanos qué pasó...
- Estaba intentado separarlos... pero alguien tiró una piedra... los antidisturbios cargaron... aquello podía convertirse en un baño de sangre en cualquier momento...
- Ajá... y entonces...
- ¿Qué podia hacer yo? ¡Había que tranquilizarlos como fuese!
- Claro, claro, como fuese...
- ¡Que conste que no lo disfruté! ¡Fue sólo trabajo!
- Que sííííííí...
Priiiiime
ResponderEliminarMe emociona tanta abnegación y espitiru de sacrificioen su misión de proteger al debil...
ResponderEliminarAhora, ¿a quién tranquilizó primero? ¿A los antidisturbios o a los manifestantes?... Anda... Y dice Disqus que éste viene a ser mi yoamimeparece número 100
ResponderEliminarAhhh... eso es lo que hay que hacer para que los antidisturbios no te apaleen en las manifestaciones...
ResponderEliminarNi todos de pie, ni sentada multitudinaria... de rodillas!
ResponderEliminarMucha policía, mucha diversión
ResponderEliminarPenetración, penetración