Vida en casa de los Lieber

Residencia de los Lieber.

Nueva York, otoño de 1933

08:19 a.m.


- ¡Stanley, hijo, despierta...! ¡DEBES despertar!

- Pero, ¿quién...? ¿Tú? ¡No puedes ser... ¡TÚ!

- Sí, Stanley... soy yo... ¡Soy... TU MADRE!

- Ah, hola, madre... estaba medio dormido y... ¿qué hora es?

- Son... ¡las ocho y cuarto... PASADAS!

- ¿Ya? Entonces, debo... ¡debo LEVANTARME!

- Sí, más vale, porque, si no, llegarás tarde, y entonces tus estudios... ¡estarán condenados! ¡CONDENADOS!

- Voy, voy.... sólo déjame hacer un pipi y... ¡estaré LISTO PARA LA ACCIÓN!

- ¿Qué querrás de almorzar con la leche? ¿Un cruasán o... TORTITAS?

- ¿Cruasán...o... tortitas? DEBO escoger uno, pero... ¿Cuál? ¿CUÁL?

- Venga, Stanley, que es para hoy...

- Tomaré tortitas, mamá.


Minutos más tarde. La cocina de los Lieber.


- Hola, hijo.

- Pero, ¿quién...? ¡TÚ!

- Sí Stan... soy yo... ¡Tu PADRE!

- Hola, papa...

- ¿Te acordaste anoche de echarle agua... al CANARIO?

- ¡Dios, no...! ¡Lo olvidé! ¡Lo olvidé POR COMPLETO!

- Debes recordar darle comida y bebida regularmente, hijo.... porque, en caso contrario... ¡el pobre pajarillo PUEDE MORIR!

- Vale, vale... ¿Uh? Pero, ¿qué...? Este vaso de leche...¡está...caliente! ¡Me quema! ¡ME ESTÁ QUEMANDO POR DENTRO!

- Bueno, hijo, pues espérate un poco que se enfríe, ¿no? ¿NO?

- No, espera... está bien.... me ha caído bien... me siento.... ¡DIFERENTE! ¡MEJOR!

- Claro, hijo...si es que no hay nada como un vasito de leche de buena mañana para un chico que está creciendo... y, por cierto... ¿no te va muy ajustado ya ese pijama?

- Un poquito, sí...

- ¡Es la hora de las TORTAS!

- Gracias, mami. Por cierto, creo que ya sé lo que quiero ser de mayor... mi destino está claro... seré... ¡GUIONISTA DE COMICS!

- ¿Guionista... de COMICS? ¡Yo digo NO!

- Joooo, papá...

- ¡He dicho NO!

- Mumble, mumble... algún día... os demostraré lo que puedo hacer... os lo demostraré a todos...

- ¿Decías, hijo?

- Nada, nada...

...y el resto es historia...