lunes, 1 de septiembre de 2008

Marcianada Nui (¡Nui!)


Este verano, en can Marciano se ha recuperado la tradición de hacer un viajecito estival fuera de la piel de toro. Y digo recuperado porque la marcianita, con la tontería, se las ha apañado para hacernos quedar en casa -o en el Poblado Ancestral, que viene a ser lo mismo- durante dos veranos dos... pero dado que ya camina con sus propias piernecitas, decidimos que ya era hora de que viera algo del mundo que está sin duda destinada a gobernar.

De manera que nos liamos la manta a la cabeza, y sin encomendarnos ni a H'ronmeer ni a Mephisto, partimos con una melodía en el corazón hacia la pérfida Albión, más concretamente... a Cambridge.

Oh, Cambridge, Cambridge... ciudad universitaria, emporio de la cultura occidental... vaya p*** mi***a. ¿Os podeis creer que con tanto college y tanta leche, no pudimos encontrar una miserable universidad que ofreciese P3? ¿Ni concertado siquiera? Cambridge, me has caído a los pies.


Menos mal que había otros emporios culturales

El caso es que el ambiente que se respira en Cambridge te lleva, indefectiblemente, a participar del modo que sea en las grandes causas de la cultura y la civilización. Yo, por ejemplo, no pude por menos que involucrarme personalmente en la lucha por la libertad de prensa. Todas las noches.

Kid, ponme another, que ayam defendig the prensa, cohone

El apartamento, bien... modernito, cómodo, equipado, limpio... pero, por alguna razón, dormí fatal todas y cada una de las noches que pasamos allí. Y todavía no he podido entender por qué.

Espera, no hagas la foto, que pase el tío del jersey a rayas

Mención aparte merece el sofisticadísimo sistema de predicción metereológica que gastan en Cambridge, y que rápidamente aprendimos a utilizar. La cosa consiste en mirar al cielo. Si hace un sol esplendoroso, hay que taparse, porque en quince minutos se pondrá a llover. Si, por el contrario, llueve, entonces hay que ir guardando el paraguas, porque en quince minutos saldrá el sol esplendoroso de antes. Y así todo el rato, oiga. Jo, no me extraña que conquistasen la India. Con ese tiempo, yo también procuraría pasar más tiempo lejos de casa. De hecho, mientras estuve allí, me dieron unas ganas de invadir Polonia o algo...

Cambridege, lo viejo y lo nuevo.
¿El Marks and Spencer? Sí, tire hasta la última lápida y a la izquierda.

Por otro lado, Cambridge es una ciudad maravillosa para un aspirante a la Dominación Mundial como yo... sin ir más lejos, están tan organizados en el tema villanías, que tienen hasta cartelitos que te indican cómo iniciar rápidamente una carrera criminal. ¡Qué nivel!

¿Quiere ser un criminal? ¡Robe una bici!

Quizás les hace falta un poco más de creatividad y ambición villanescas, pero de todos modos se agradece el esfuerzo.

Es posible que estéis pensando, "sí, sí, todo eso está muy bien, pero, ¿y los super héroes? ¿Cómo está el tema super heroico por allí?" Pues tengo que deciros que quedé agradablemente sorprendido; en Cambridge son notablemente más DCeros que Marvelitas. Sin ir más lejos, a Spiderman lo tienen etiquetado de hippy.

Los jipis, por la puerta de atrás

Sin embargo, los personajes DC son tan conocidos y reputados, que hasta las iglesias los utilizan como reclamos publicitarios:


Heroes Junior, Club de vacaciones (Iglesia de San Matías).
Yo no digo nada.

Y, bueno, pasaron más cosas y tal hasta que, con toda la pena del mundo, dejamos atrás Cambridge, con la duda de si algún dia regresaríamos. Pero algo de esa pequeña y animosa ciudad nos acompañará siempre.

Qué toallas más estupendas las del apartamento, oigan.

3 comentarios:

  1. ¡Que majo todo! (incluido el sr.Marciano)

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  2. El sr. marciano tiene una cara de gorila preocupante

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  3. El sr. marciano tiene una cara de gorila preocupante

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Humor comiquero sofisticado e inteligente. Hacemos de la elegancia nuestra bandera. No encontrará usted nada mejor a este lado del rio ese de CHOCHOA.