¡Hombre, Aquaman! ¡Qué bien me vienes! Escucha, que vengo del mirador, sabes dónde te digo, allá arriba del acantilado, que hay unas vistas magníficas, que en un día claro se ve Mallorca, habrás estado cien veces, ¿verdad? Pues de allí vengo y, ahora que te veo, he pensado, este que tiene contactos y conoce gente importante igual nos lo soluciona. Pues que resulta que la valla que había, allá arriba, que rodeaba todo el saliente, ¡pues que nos la han robado! Y no sólo eso, sino que la bajadita esa que hace antes, ¡está toda pringosa de algo que le han echado, que no se si es aceite o qué es lo que es! ¡Pero qué guarra que llega a ser la gente! Y, oyes, una cosa te digo: como a alguien se le ocurra pasearse por ahí, ¡tenemos una desgracia! ¡Una desgracia, como te lo estoy diciendo!
En fin. Y cambiando un poco de tema...
¿...cómo te va con los tiburones esos que me dijiste que estabas criando...?
XXVIII
ResponderEliminarY el rubiales éste todavía se pregunta "¿otra vez?", mientras pone el c*l* como esperando a Batsie.
ResponderEliminarPodría ser peor: en vez de criar tiburones podría criar peces p*ll*.
ResponderEliminarY decían de Lobo por sus delfines...
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