El rey Conan I de Aquilonia y su concubina principal, Zenobia, se desplazaron en la mañana de ayer a la norteña localidad de Gunderland, próxima a la frontera con Cimmeria. El Real desplazamiento tenía por finalidad inaugurar la temporada de Ala Delta, con la celebración de la Copa del Rey de la modalidad, que contó en esta su decimo segunda edición con la ya habitual participación de Su Majestad a los mandos del flamante Bribonzuelo IX, donado graciosamente por un grupo de empresarios local.
Su Majestad se anotó un segundo puesto en la primera manga, cediendo tan sólo ante la figura local, Hans Oplast. Lamentablemente, Hans sufrió un fortuito accidente con una espada al término de esta primera manga mientras departía amistosamente con Su Majestad, y no pudo tomar la salida en la segunda y definitiva manga, que esta vez sí, se anotó el Rey Conan sin mayor oposición, consiguiendo así su decimo segundo título. Por cierto, desde aquí aprovechamos la ocasión para desearle al bueno de Hans una pronta recuperación.
La apretada jornada real, sin embargo, no permitió a Su Majestad evadir los siempre presentes asuntos de estado. Al término de la competición, Su Majestad recibió al nuevo embajador de Hyboria, con el que departió amistosamente por espacio de casi media hora. Al término de la entrevista, y mientras el médico de palacio atendía una súbita indisposición del embajador, el Rey Conan declaró a los medios que la entrevista fue un "muy franco intercambio de impresiones" y que "estrechaba todavía más los inquebrantables lazos de amistad entre dos naciones que han superado las enemistades de antaño". Por cierto, desde aquí aprovechamos la ocasión para desearle al bueno del embajador hyborio una pronta recuperación.
La apretada jornada real, sin embargo, no permitió a Su Majestad evadir los siempre presentes asuntos de estado. Al término de la competición, Su Majestad recibió al nuevo embajador de Hyboria, con el que departió amistosamente por espacio de casi media hora. Al término de la entrevista, y mientras el médico de palacio atendía una súbita indisposición del embajador, el Rey Conan declaró a los medios que la entrevista fue un "muy franco intercambio de impresiones" y que "estrechaba todavía más los inquebrantables lazos de amistad entre dos naciones que han superado las enemistades de antaño". Por cierto, desde aquí aprovechamos la ocasión para desearle al bueno del embajador hyborio una pronta recuperación.
En la rueda de prensa posterior al acto, Su Majestad declaró a los medios el "profundo orgullo y satisfacción que me supone el poder. El poder estar aquí, claro". Digno de mención es, también, reseñar que Su Majestad, con la campechanía que le caracteriza, tuvo tiempo para romper el protocolo y departir amistosamente unos minutos con los periodistas destacados al acto. Uno de ellos, nuestro compañero de El Adelantado de Nemedia Jan Kraah, aprovechó la ocasión para preguntarle a Su Majestad, entre las risas de sus compañeros, por su opinión acerca de las caricaturas de su persona que aparecen regularmente en El Juevium, el popular papiro satírico. Por cierto, desde aquí aprovechamos para desearle al bueno de Jan una pronta recuperación.
Posteriormente, el séquito real siguió a Sus Majestades hasta el cercano Palacio Ducal de Gunderland, donde Lord Palangan actuó como anfitrión en una suntuosa Cena de Gala. La anécdota de la jornada la protagonizaron un grupo de jóvenes que, al grito de ¡Mañana, Aquilonia, será republicana!, trataron de boicotear la solemnidad del discurso de Su Majestad que cerraba el acto. Por suerte, Su Majestad supo mantener la dignidad de su rango, y en un rasgo de nobleza, hizo una pausa en su discurso para departir amistosamente unos minutos con los traviesos jovenzuelos. Nos tememos que éstos no van a poder recuperarse.
En su solemne discurso, Su Majestad señaló que "La monarquía ha proporcionado el más largo período de estabilidad y prosperidad en tiranía vividos por la Aquilonia que sustenta este espadón que llevo puesto", momento en el que los presentes vitorearon espontáneamente, como un solo hombre, a nuestro intrépido líder, con la excepción de un despistado Lord Palangan, que, más atento a las viandas que al discurso, sufrió poco después una ligera indisposición mientras departía amistosamente con Su Majestad. Por cierto, desde aquí aprovechamos para desearle al bueno de Lord Palangan una pronta recuperación.
En resumen, una jornada que evidencia todavía más, si cabe, la indiscutida e indiscutible vigencia de la institución monárquica. ¡Crom salve al rey!
En resumen, una jornada que evidencia todavía más, si cabe, la indiscutida e indiscutible vigencia de la institución monárquica. ¡Crom salve al rey!
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EXTRA BONUS: Esta entrada ha sido Meneada. ¡Menéamela! Er, este... ¡Meneémosla! Uh... Jo, ya le podrían cambiar el nombrecito...
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