Hubo en tiempo en DC que cuando se hacía un reseteo, se hacia un reseteo. Pero un reseteo de verdad, de los de con dos cojones. Cooooomo por ejemplo, el de Superman y John Byrne, ejemplo paradigmático de cómo descartar de un plumazo todas las bizarradas sobrantes de un personaje (y, de paso, dejarle la faena hecha a veinte años de guionistas posteriores: "Tengo una idea! ¿Por qué no recuperamos...?")
Pero lo cierto es que incluso John "todo-esto-a-mí-me sobra" Byrne tuvo sus fuentes. Sus referencias. Sus puntales irrenunciables. Por ejemplo; tanto que se alabó en su momento como valiosa innovación a aquel Luthor, movido no por la venganza capilar, como establecía el canon...
...sino por un irresistible sentimiento de envidia malsana. Tanto que se alabó a aquel Luthor empujado al mal y al delito por un abrumador complejo de inferioridad, que se veía superado por el nuevo macho alfa del territorio.
Una idea que, quizás no explícitamente...
...pero que flotar, vaya si flotaba en el ambiente de Superman (de mubi)...
[Gracias Tete]
Bueno, más que flotar...colgaba. y ¡Prime!
ResponderEliminarLa tele no solo engorda a la gente...tambien los paquetes de la gente :p
ResponderEliminarEso es de Superman V? no?... O de la III?... Que yo recuerde para la del Supes vouyeur de Synger, ya lo había capado.
ResponderEliminar?Qué pasa? Es el amigo de Superman, ?no?
ResponderEliminar¿Batman te ha prestado el batarang o es que te alegras de verme?
ResponderEliminarSer es Superman IV, la GENIAL! peli en la que Luthor lleva un peluquín con entradas porque Hackman se quedaba calvo.
ResponderEliminarEs que no hay nada como unos calcetines dispuestos estrategicamente.
ResponderEliminarEn algún lugar debía esconder la ropa de Clark Kent, ¿no?
ResponderEliminarY espero no estropear ninguna sorpresa, pero tenemos centenario.
De nada, su Marcianidad. A mandar.
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