Por segundo año in-a-row, sepan ustedes que la marcianita asistió al Saló del Comic. Porque claro, a ustedes les parecerá que nació ayer mismo, pero ahora mismo estamos debatiendo si ya puede decirse seis años Y MEDIO o todavía no. En cualquier caso, está en la edad. Así está el tema.
Así que, como padre ejemplar que soy, llevé a mi retoño, carne de mi carne, sangre de mi sangre, al recinto del Saló. Y, por supuesto, hicimos tooooodo lo que ella tuvo a bien demandar. Que si hazme una foto con esos (si se portan bien, igual ven ustedes alguna). Que si cómprame chuches. Que si súbeme a ver eso. Que si cómprame un tebeo. Que si cómprame más chuches. Que si déjame aquí un rato dibujando Doraemons y así te das tú una vuelta y ves tebeos (Si es que es adorable!). Hasta nos entrevistaron para la tele (y salimos).
Bueno. Pues que estábamos yendonos ya, cuando pasamos por donde estaba Aitor Eraña, dedicando. Y había en la cola tan sólo una niñita. A la que Aitor estaba dibujándole un lindo, lindo perrito. Jugando con su huesito y todo. Un huesito que parecía... no, no, era un huesito. Estoy casi seguro. Y yo pensé, eh, estaría bien que mi retoño, sangre de mi etcétera se llevase un dibujito. Así que compro el tebeo de marras -que pueden ustedes adquirir en el jol del... bueno, no, pero seguro que el autor les informará- y nos ponemos a la cola. Llega el padre de la niña de delante con ooootra niña. Aitor acaba el dibujo, "toma. guapa, aquí tienes", y el padre, "¿le puedes dibujar algo a mi otra hija?""Claaaro, ¿qué quieres que te dibuje, monina?" "Otro perrito" "Claaaro, vamos allá, oooootro perrito, con su ooootro huesito en forma de p****..."
A estas alturas, la marcianita conservaba ya sólo parte de su paciencia. Yo, para moderar los daños, le dejaba hacerme fotos con su flamante gorrito de Pikachu puesto, para amenizar la espera (y ESAS fotos sí que no las vereis jamás). Mientras, Aitor terminaba su segundo perrito-con-huesito in-a-row. Mi marcianita , muy prudente ella, me pregunta, bajito: "Pero, puedo pedirle que me dibuje lo que yo quiera? ¿Lo que sea?" "Claro, hija".
Aitor termina el dibujo del segundo perrito, despide a las niñitas y a su padre. "¿Qué quieres que te dibuje, niñita?"
"Quiero...
...quiero...
...
...un dragón."
Y ni lloré ni nada, ¿eh?
Esa niña es una joya ;)
ResponderEliminarAhora, que una cosa te digo, si ya ver a un perro lamiéndose las pelotas resulta 'curioso' ver en igual faena al dragón debe ser como para reportaje del National Geographic :P
Pa'comérsela =D
ResponderEliminarY no digamos ya el tener que recoger sus caquitas o_O
ResponderEliminarLa última frase no me la creo :-)
ResponderEliminarDe aquí al "un ninja gorila verde" hay un solo paso... Ya para que, además, lo pida "CTG", será cosa de esperar a su adolescencia... Que ya no queda tan lejos, me parece... Y pensar que yo ya leía y comentaba esto cuando la Marcianita no estaba ni en proyecto... Hay... El tiempo que pasa...
ResponderEliminarInsensatos. Ése es un marciano blanco, miren el color y la fea cara. Aitor es uno de ellos.
ResponderEliminarJoeeee, qué monaaaa, esa niña tiene un futurazo, ya la puedes cuidar :D
ResponderEliminarMe imagino la escena, concretamente el charco de babas debajo del padre... xD
ROB! mío... Al ver esto, hay esperanzas aún en el futuro. Lo felicito, maestro, tiene una comiquera en ciernes...
ResponderEliminar¿El ornitorrinco va a antes o después del gorila verde ninja?
ResponderEliminarMu bonico el dragón, pero así, mirándolo un rato, mas que "fuego" parece que le haya arrancado de un bocado un cacho de p**** a algún desafortunado (si hay que descontextualizar se descontextualiza).
ResponderEliminarJo, si hasta a mi que no la conozco me cuesta contener las lágrimas...
ResponderEliminarme hiciste soltar una lagrimita cabron !
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