El lugar común es que el Saló se disfruta, sobre todo, por aquello de encontrarse a los amigos... poco podía sospechar yo que en este saló me encontraría con un muy, muy viejo amigo al que ya hace muuuucho tiempo que perdí la pista. El Sheriff King, nada menos.
Desde los Mortadelos, por lo menos, que no lo veía. Y lo triste es que, con el tiempo, los rasgos se te desdibujan, los recuerdos se difuminan... yo lo recordaba como un tipo de una pieza, de recto proceder, respetuoso para con la ley y el orden como su profesión le exigía. Lo que no le recordaba yo eran sus amigos con gustos exquisitos para la ropa...
... ni la querencia de tía Abigail por las hierbas que se fuman.
Pero igual da. Sheriff King, que me alegro un montón de verte, majo.
Ya si eso cuando llegue el verano nos llamamos.
(Sí, cuando nadie lo esperaba, ¡os he colado otro post más del Saló! Soy... impredecibnle! Muajajaja!)
Qué hábil y sagaz uso de la técnica comiquera para colarnos otro post del saló.
ResponderEliminarAnda... Hierbas y Dandys en el salvaje oeste... Y por estar pensando en un comentario ingenioso, el brigadier me avisa que alguien acaba de robarme el prime... Injusta que es la vida...
ResponderEliminar?Jodorowsky? Pfah. Del Castillo ya hacía westerns lisérgicos y sin tanto jaleo.
ResponderEliminarA mí no me engaña. Esto no es una aventura del Salò, es un living in the past de esos. Anda, como si fuera tan fácil usar la máquina del tiempo para hacer constantes viajes por el tiempo todas las semanas.
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