Por mucho héroe empijamado que se tercie, los lectores de comics tenemos claro que los verdaderos héroes no son los que aparecen en las páginas de colorines. Muy al contrario, los verdaderos héroes son individuos anónimos, que se enfrentan al día a día con ánimo y constancia, entregados por completo al servicio público.
Justos son, pues, los muchos y variados homenajes de los que stos héroes son objeto. Policías, bomberos, médicos, enfermeros... incluso los recortados maestros gozan, en ocasiones y siempre y cuando no está mi hijo de por medio, del aprecio y el reconocimiento de sus semejantes.
Pero en estas loas al servidor público, se da un olvido no por sistemático menos llamativo. Sí, todos esos servidores de lo público son auténticos héroes... pero, ¿qué decir del humilde y siempre madrugador lechero? ¿Acaso nadie piensa en los lecheros?
A eso, Batman y Robin dicen, ¡no!
"Señor lechero... Robin le da las gracias... yo le doy las gracias... y estoy seguro de que la ciudad le da las gracias por su fiel servicio a la humanidad!" "Glug.... glug... ¡mm-mm!"
Que resulta que ayer salió ooootra tongada de los famosos 52 números uno de DC de este mes... entre ellos, The Savage Hawkman, otra nueva oportunidad para Katar Hol, o Carter Hall, o comoquiera que se llame esta vez.
El Universo Marvel, como ustedes sabrán, es vasto. Vastísimo. Y a lo que parece, está poblado por cientos, miles, minolles de razas alienígenas. De las cuales, muy pocas llegan a alcanzar un auténtico protagonismo. Los kree, vale, los skrull, los shi'ar... pero, ¿acaso no merecen las demás razas sus quince minutos de gloria? ¿Son menos dignas por el hecho de no poseer un imperio galáctico?
El Blog de Jotace dice, ¡NO! (De hecho, ya dijo NO! hace algún tiempo) De manera que, continuando con su labor de divulgación alienígena, se enorgullece de presentarles a ustedes a...
Una de las primeras preguntas que, en su etapa de formación, se ha hecho todo friki es: ¿quien es más fuerte, la Cosa o la Masa?
Por supuesto, a medida que el protofriki va formándose y desarrollándose, aprende que la Cosa no tiene nada a rascar contra una @masaenfurecida (no pun intended. Bueno, sí). Ahora bien, que la Masa sea más fuerte que la Cosa no le asegura automáticamente la victoria.
Después de todo, lo único que le hace falta a la adorable Cosa de ojos azules para alcanzar la victoria...
La relación entre Swampy, la poderosa Cosa del Pantano, y John Constantine no empezó con demasiado buen pie, ¿recordais?
En American Gothic (los que no sepan de qué estoy hablando, que salgan al pasillo, por favor; luego hablaré con ustedes), en American Gothic, decía, vimos cómo el pícaro hechicero conducía a la pobre Cosa del Pantano de un lado a otro del continente, enfrentándole a una pesadilla tras otra con sólo mostrarle la zanahoria.
La metafórica zanahoria del conocimiento, me refiero.
Aquello terminó como terminó... y el caso es que, aunque la relación entre estos dos pintorescos personajes no cabe calificarla de profunda amistad, sí es cierto que a veces, cuando la ocasión lo requiere, nuestro amigo vegetal recurre de nuevo a Constantine, en busca de conocimientos o en busca de consejo.
Y hablando de consejos, ahí va uno, completamente gratis.
Al parecer, la suerte final del simpático chucho del post anterior, Black Satan, ha preocupado a alguno de los amables comentaristas. ¿Consiguió su propósito? ¿Contó con la -necesaria- colaboración de Superman? ¿O tuvo que volver sobre sus pasos, triste y derrotado, con el rabo -y sigo hablando del chucho- entre las piernas?
Por favor, amigos.
Esto es el Blog de Jotace.
Y en el Blog de Jotace todos los post tienen final feliz.
Quizás no para el gato, pero para alguien.
[Una investigación documentada por the question who is the question]
Noche cerrada en las afueras de Metrópolis. Un Siegelschustérico Superman trata de infiltrarse sigilosamente, amparado por la oscuridad, en la guarida del villano... sin reparar en la presencia de.... ¡Black Satan!
De repente... ¡se desencadena el infierno! Pues el chucho, al comprobar desguarnecida la retaguardia del intruso, y haciendo de su capa un sayo... ¡se arroja ávido sobre su presa, cual bloguero sobre servicio de prensa!
Más ni la poderosa musculatura de Black Satan puede traspasar un esfínter kryptoniano bien entrenado... ¡nuestro héroe resiste! ¡Y Black Satan será seguramente derrota...
Hoy, 20 de septiembre, el añorado Steve Gerber hubiese cumplido sesenta y cuatro años.
A los más jovencitos es posible que el hombre no os suene de nada... pero en su momento fue el enfant terrible de Marvel. Sus guiones, repletos de ideas ejem, poco convencionales, hacían de sus tebeos algo... especial. Quizá sus historias no fuesen aptas para todos los paladares, pero siempre, siempre, notabas que aquello que tenias en las manos era algo distinto a todo lo demás.
Para muestra, un botón con la que quizás sea su creación más personal: Howard el Pato.
¡Socorro, que me... sazonan!
¿Ven a lo que me refiero? Es... raro, pero, aún así... Pues todo es igual (o parecido). Howard el Pato, el Hombre-Cosa, Omega el Desconocido, sus Defensores... todos llenos de extravagantes ideas y abracadabrantes desarrollos.
Durante años, me he preguntado cómo alguien que trabaja en un universo tan primario como es un universo super heroico es capaz de desarrollar y poner en práctica este tipo de ideas. Me lo he preguntado muchas veces. ¿Cómo diablos lo hacía?
Hasta el año pasado, en el que todo se aclaró por fin, cuando me tropecé con esto. Y todo me cuadró.
Le había ocurrido cientos y cientos de veces. El Doctor Sivana estaba desesperado. Años y años de trabajo, de conspirar, de maniobrar en la sombra... planes y más planes que, indefectiblemente, eran abortados por el idiota ese de la capa. Por el Gran Queso Rojo.
Y cuanto más lo pensaba, más claro veía el fallo en todo ese trabajo. Por mucho que lo intentase, siempre, siempre y en el último momento, el maldito chico se desembarazaba de su mordaza... gritaba SHAZAM!, y ahí se terminaba todo. Si al menos hubiera un modo de asegurarse de que el maldito crío no pudiese pronunciar la Palabra, entonces... entonces...
Ya sabéis que no soy demasiado amigo de los gifs, o vídeos. No por nada, cuestión de principios, o que las imágenes en movimiento me dan repelús. Ahora bien: si te envían esto...
Ojo al segundo 20
...o esto...
...o, H'ronmeeer, esto...
...o esto...
...o, sobre todo, esto...
...pues uno coge sus principios, una cuchara y una servilleta y se los come con patatas. Claro que sí.
[Agrupando aportaciones de Bolchevike19, Rafael Carballo, Jamfris, Nacho, Manuel Cortés y Juan Arteaga. Ahí es nada]
Con vuestro permiso, quisiera aprovechar este medio para llamar la atención pública acerca de un asunto del que pocos hablan, del que poca -o ninguna- mención hallaremos en los medios pero que, sin embargo, considero de importancia.
Quisiera señalar públicamente la cada vez más escasa presencia de gorilas verdes en nuestros trabajos, en nuestros hogares, en nuestros colegios, en nuestras vidas. ¿Por qué? ¿Por qué esa discriminación? ¿Es porque son verdes? ¿Porque no son, pfui, humanos? ¿Es, acaso, por su insoportable hedor y su inveterada costumbre de utilizar sus propias deyecciones como proyectiles de media distancia? Si estás en contra de cualquier tipo de discriminación contra los gorilas verdes, sólo cortando y pegando estas líneas en tu estado del facebook podrás tener tu conciencia tranquila.
¡Disparad al aire! ¡Desplegaos y rodead a ese gorila verde!