Mostrando entradas con la etiqueta JAKE. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta JAKE. Mostrar todas las entradas

jueves, 19 de marzo de 2009

Eso no es de colegas

No se si recordarán ustedes que en el primer post de la Semana Bélica esta (por cierto, ¿les está gustando?), mencionamos que quizás valdría la pena tocar el tema de la, uh, extravagante relación entre JAKE-2 y su cuidador, supervisor, encargado o como le quieran llamar, el Sargento Coker (nada que ver ni con Joe ni con los spaniel. De nada.) Bueno, pues comoquiera que algo de tiempo he sacado, y que de seguro que ustedes le cogieron a JAKE tanto cariño como yo nada más conocerlo, pues les cuento.


"...es... mi colega..."

A tí no te hemos preguntado, Sargento Coker. Veamos las evidencias: JAKE y el Sargento se enzarzan en combate -cerca de Isla Dinosaurio, eso ya ni se menciona- con lo que parece ser una patrullera japonesa. El caso es que, al mismo tiempo que el anfibio JAKE se ventila a la patrullera, es alcanzado por una salva de obuses y, claro, el pobre JAKE, todo el tuercas y cachivaches, hace lo que cualquier androide metálico asesino haría: se va derechito para el fondo. Y ahí es donde entra el Sargento Coker, que se lanza al agua...


...bucea y bucea hasta encontrar a JAKE...


...y con dos cojones y un palito, ¡lo arrastra hasta la orilla!


Bien.

Me he tomado la molestia de buscar en la Enciclopedia del Universo DC la ficha de JAKE, también conocido como G.I. Robot. Pone, y cito textualmente: Ocupación, soldado; Base, Isla del Pacífico; Estatura, 1,98 metros; peso...

Peso, 238 kilos.

Claro, a ustedes esto les parecerá increíble. Que un tipo saque del agua sin ayuda de ningún tipo y usando una sola mano doscientos treinta y ocho kilos de metal, ya es en sí mismo raro. Por muy duros que sean los sargentos en los yuesei.

Ahora bien, si me permiten, yo lo que veo raro raro, pero raro de verdad, es lo que el Sargento Coker hace a continuación...

Justificar a ambos lados¡No respira!

Sargento Coker... aprovecharse de alguien que está cortocircuitado... eso no es de colegas, hombre...


Aunque sepas que pierde aceite, c*ño.

lunes, 16 de marzo de 2009

Amor en tiempos de guerra

Permítanme, amigos de lo bélico -y lo gorilero-, que les presente para empezar esta Semana Bélica en el Blog de Jotace a la máquina de guerra definitiva: JAKE, o, lo que es lo mismo, Jungle Automatic Killer Experimental. JAKE.


Jake es, por supuesto, un robot. Un marine robot, concretamente. No dejen que el casco y la guerrera les engañen; su condición robótica está fuera de toda duda... ¿o no? Veremos. Los JAKEs -hubieron dos- fueron utilizados en la Segunda Guerra Mundial, en el pacífico, preferentemente contra el pérfido japonés. JAKE-2, objeto de estas líneas, mostró sus habilidades bélicas en ese frente, decíamos, bajo la estricta supervisión del Sargento Coker.

Se preguntarán ustedes qué hace especial a JAKE, después de todo, un sencillo marine asesino robot. Bien, muchas cosas. Una de ellas es la estrecha relación que mantuvo con el susodicho Sargento Coker; otra, los intentos de los japonésidos por encontrarle un digno oponente a nuestro Asesino Automático, circunstancias ambas que merecen de por sí un post y si hay tiempo quizás lo obtengan. Pero lo que realmente hace especial a nuestro robot es su visita a... ¡Isla Dinosaurio!


Una sencilla misión de rescate se convierte en pesadilla cuando JAKE y el sargento son atacados, a escasa distancia de la costa, por el hermano mayor de Nessie... ambos consiguen, no sin problemas, llegar a la playa cuando una enorme sombra se icerne sobre ellos...


¡Es la Señora King Kong!

Permítame felicitarle por su atención al detalle, Sargento... estos soldados, ya se sabe, siempre pensando en lo mismo... a lo que íbamos: en lugar de sacarse el cañón -con perdón- y masacrar a la simpática gorila, JAKE se queda parado, observando... casi extasiado, diríamos... dando pie a las primeras sospechas -¿detecto un certo tufillo a celos?- del sargento...

¿Esa es tu idea de una pin-up?

Poco más tarde, de nuevo son sorprendidos por la habilidosa y escurridiza gorila de veinticinco metros de alto... pero esta vez, ¡hay contacto!

¿Pero esto qué es? ¿Amor a primera vista?

El caso es que la inopinada llegada de un pterodáctilo gigante -y ya sabemos lo inoportunos que pueden llegar a ser los pterodáctilos- evita que la cosa vaya a más. A estas alturas, el sargento, ya visiblemente mosqueado con el tema,. no hace más que tratar de quitarle ideas extrañas de la cabeza, digo, del cerebro positrónico al poobre JAKE...

¿Sigues pensando en ella? Olvídala, hombre...
hay muchas gorilas en la jungla...


Que digo yo, ¿y a tí qué más te dará, hombre? Si ellos se quieren...

Sí, hay un perro-robot involucrado en todo esto.
No me tiren de la lengua, por favor.

Por desgracia la historia, lamento decirlo, tiene un final trágico; la hermosa gorila muere defendiendo a JAKE y al sarge del ataque de uno de tantos tiranosaurios que pueblan Isla Dinosaurio...


...dejando tan sólo una lágrima en el cromado rostro de JAKE a modo de epitafio.



Aaaaaah... no sé ustedes, pero yo es que, por muchas que lea, nunca me canso de escuchar estas historias de amor robot-gorileras... son taaaaaan románticas...