Pues hasta aquí hemos llegado, amigos. Se acabó el año, el bróquil y lo que se daba. Y dado que, en general y para un porcentaje más que apreciable de la población este ha sido un año bastante asquerosito, les recuerdo que esta noche es su última oportunidad para dotarlo de, al menos, un regustillo agradable de última hora.
Así que, por favor, salgan o quédense en casa, pero pásenlo bien y ríanse mucho, que es bueno para el alma.
Así que, por favor, salgan o quédense en casa, pero pásenlo bien y ríanse mucho, que es bueno para el alma.
Es un consejo mío y de Superman, risoterapeuta.
----------
(Se hace saber al respetable que, por circunstancias diversas pero en modo alguno preocupantes, es posible que a lo largo de los próximos días la legendaria regularidad de este blog se vea un poquito menoscabada.
Que es posible que me toque un poco los güebos esta semana, ¿vale? Feliz año a todos, todas)
Que es posible que me toque un poco los güebos esta semana, ¿vale? Feliz año a todos, todas)