Este es un señor (dicho sea en un sentido amplio), abordando a Wonder Woman, de incógnito, en una discotheque (¿aún se llaman así, ¿verdad?) y soltándole inconveniencias.
¿Wonder Woman? ¿Esa pavisosa?Por supuesto, el orgullo amazónico exige que la afrenta sea lavada ipso-facto. De manera que la amazona flexiona sus poderosos músculos, y...
Crunch. O sea... crunch. Polamordedios. Crunch.¿Dolor?
¿Mucho dolor?
Es posible que ahora mismo estés, amigo lector, sufriendo el muy característicamente masculino acto reflejo de encoger tu saco escrotal. Puede que incluso sintiendo un cierto dolor empático. Porque, incluso en carne ajena, crees haber atisbado el dolor supremo.
Y nada puede doler más que eso.
Pero no.
Amigo, consejo gratuito: jamás subestimes...
¡Tío, me ha destrozado el iPhone!...la ira de una amazona desairada....
(Y, por cierto, la familia marciana se las pira hasta el lunes, así que... pues eso).