En tiempo de guerra, cualquier distracción del áspero día a día es bienvenida. Es por ello que no debemos juzgar duramente al Sargento Rock y los alegres chicos de la Compañía Fácil. Después de todo, ¿cuanto tiempo podría pasar antes de que los azares de la guerra les lleve cerca de otra casa de, ejem, damas del afecto negociable? Así pues, miremos hacia otro lado mientras...
Mostrando entradas con la etiqueta Sargento Rock. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sargento Rock. Mostrar todas las entradas
martes, 7 de febrero de 2012
martes, 17 de marzo de 2009
Los boches son cobardes y supersticiosos
- Sarge, yo tengo que decirle que esto no es serio...
- Muchacho, aprecio tu comentario, pero recuerda que yo mataba nazis cuando tú todavía estabas en los huev*s de tu padre...
- Sí mi sargento, pero...
- Mira, muchacho... yo he visto cosas en esta guerra que harían vomitar a una cabra... he visto tipos sin brazos ni piernas seguir disparando con los boches encima...
- Uh... sargento, si no tenían brazos ni piernas, ¿con qué diablos...?
- No quieras saberlo, muchacho, no quieras saberlo. Pero confía en mí, que llevo mucha mili. ¿A tí te dan miedo los payasos?
- Bueno, miedo, miedo... mal rollo quizás, pero...
- No, muchacho, no. Mal rollo, no. Los payasos dan miedo. Los payasos acojonan, así de claro. Y, diablos, si a mí -que soy la h*stia de duro- me acojonan los payasos...
- ...imagínate a esos malditos boches...
- Vale, pero... ¿me cambia las orejas de conejo estas por los pantalones de lunares?
- Ni de coña, muchacho.
- Muchacho, aprecio tu comentario, pero recuerda que yo mataba nazis cuando tú todavía estabas en los huev*s de tu padre...
- Sí mi sargento, pero...
- Mira, muchacho... yo he visto cosas en esta guerra que harían vomitar a una cabra... he visto tipos sin brazos ni piernas seguir disparando con los boches encima...
- Uh... sargento, si no tenían brazos ni piernas, ¿con qué diablos...?
- No quieras saberlo, muchacho, no quieras saberlo. Pero confía en mí, que llevo mucha mili. ¿A tí te dan miedo los payasos?
- Bueno, miedo, miedo... mal rollo quizás, pero...
- No, muchacho, no. Mal rollo, no. Los payasos dan miedo. Los payasos acojonan, así de claro. Y, diablos, si a mí -que soy la h*stia de duro- me acojonan los payasos...
- ...imagínate a esos malditos boches...
- Vale, pero... ¿me cambia las orejas de conejo estas por los pantalones de lunares?
- Ni de coña, muchacho.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)