Abrazaos vosotros mismos

Ataros los machos.

Before Watchmen is coming.

Test de Rorschach

- Muy bien... a continuación le mostraré una serie de imágenes. Quiero que se relaje, las observe y me diga lo primero que la imagen le sugiera, lo que le venga a la cabeza. ¿Lo ha entendido?

- Sí, doctor.

- De acuerdo. Dígame... ¿qué ve usted aquí?

- Cuero, cremalleras y látex...


...sigilo ninja...


...un proto-Robin paquetudo, envuelto para regalo...


...un piratón...


...y un tipo apoyado en una p*** gigante.

- Curioso...

- ¿Por qué lo dice, doctor?

- Es que yo veo lo mismo...

(Y un recuerdo emocionado para Al que, efectivamente, era uno de los nuestros)

The Killing Joke

Manda huevos

"Fue por el huevo", afirma Aniceto Sugrañes, lector y coleccionista de comics y protagonista del insólito caso, "lo del huevo me puso en guardia". La historia es como sigue: Aniceto había adquirido en una popular librería especializada de su ciudad un ejemplar de Watchmen, con ocasión del estreno de la película. "No soy muy amigo de los absolutes" -dice, refiriéndose a un formato lujoso y de tamaño bastante respetable-, "pero me pareció que la ocasión lo merecía. Me lo llevé a casa y lo dejé en la mesilla de noche, encima de la pila de lectura, porque lo cierto es que me apetecía bastante releerlo".

Nada ocurrió durante algunos días, pero una mañana, al sonar el despertador, Aniceto se llevó una desagradable sorpresa: "extendí la mano, a tientas, para apagar el despertador, cuando sentí que rompía algo, e inmediatamente noté algo húmedo y pegajoso en mi mano". Con el lógico sobresalto, el empedernido lector reparó con asombro en que lo que había en su mano parecían ser los restos de un huevo. "Eso me puso en guardia, porque yo no suelo guardar los huevos en la mesilla de noche. Así que me puse a mirar con más atención, y donde debía estar mi ejemplar de Watchmen había... ¡una galllina! Primero pensé que, no sé, que alguien me había dado el cambiazo... pero no, porque cuando me fijé mejor, ¡ví que le asomaba el marcapáginas debajo del ala!"

Efectivamente, por razones todavía no aclaradas, el dependiente de la tienda de comics le entregó -Aniceto quiere pensar que por error, y no por malicia-, en lugar de su Absolute Watchmen, un estupendo ejemplar de gallina ponedora, que ronda los cuatro kilos de peso y que el señor Sugrañes ha adoptado hasta el punto de bautizarla como Laurie, uno de los personajes del comic.

Laurie, paseando por un parque cercano al domicilio del señor Sugrañes

"Al principio me indigné con la tienda, claro, pero luego... luego le vi los ojillos a Laurie y no fui capaz de devolverla a la tienda, así que de momento se quedará aquí conmigo. Sé que no es la mejor solución, este es un piso pequeño, pero hasta que encontremos algo mejor...", explica Aniceto, feliz a pesar de todo. "Mire, mire lo contenta que está conmigo la pobrecilla!" Y parece verdad; Laurie picotea con fruición algo de maíz de la mano de Aniceto al tiempo que aletea, arrobada, bajo la cómplice mirada de su nuevo compañero.

"Y no le he contado lo más gracioso", me asegura con una sonrisa franca y alegre Aniceto, cuando ya me estoy yendo, "la verdad es que durante varias noches la leí, ni me enteré de que era una gallina y lo disfruté igual".

Watchmen: daños colaterales

- Y tú, antes, ¿qué eras?

- Pues yo era packager... me despisté un momento, me salieron unas páginas pixeladas, y de repente una horda de frikis estaba pidiendo mi cabeza.. y en fin, aquí estoy, en la cola del paro... ¿y tú?

- Yo era relaciones públicas de una empresa que fabrica cafeteras... y por culpa de Watchmen me veo en la calle.

- ¿Por culpa de Watchmen? ¿Y eso?

- Bueno... resulta que...

"...y para que salga la nata, basta con...
pero, ¿de qué se ríen?"

- ...elegí un mal día para presentar en sociedad nuestro nuevo modelo...

[Gracias Uri]

Y esto también es culpa vuestra

Se me ha acusado en los comments del post anterior de dar de lado los Tales of the Black Freighter, como si fuese yo un director visionario cualquiera.

Qué va.

Es por motivos comerciales.




Irán a los extras del DVD.

Esto es culpa vuestra

No podíais limitaros a hablar, bien o mal, de la penícula o flim, no... teníais que hablar del comic. Que si pieza clave de la cultura popular, que si Santo Grial del noveno arte, que si Biblia del comic, que si patatín, que si patatán... total, que uno aguanta lo suyo, pero cuando leí lo de "ejemplar trabajo de narrativa posmodernista", algo hizo clic en mi cabeza. Y me sentí exactamente igual que Bart Simpson aquella vez que tiene una enorme sandía en las manos y el director Skinner le muestra, tentador, el culo en pompa. El desenlace era inevitable, y desde luego lo que viene a continuación no es en modo alguno culpa mía: sois vosotros, que vais provocando. Así que, ahí tenéis, malditos:













¡Y recordad que vosotros sois los culpables, no yo! ¡Culpables! ¡CULPABLES!

Nada nuevo bajo el sol

Observo, extrañado, cómo ha sido acogida con cierta sorpresa la noticia de que el All Star Batman & Robin #10 ha sido retirado de la circulación por DC, por motivos relacionados con la presencia en dicho comic de lenguaje malsonante torpemente disimulado.

Por favor.

Ese truco, amigos, es el truco más viejo del mundo: introducir tacos gratuitos y mal censurados para provocar la polémica y, por ende, aumentar las ventas. Ha ocurrido cientos de veces; la diferencia de esta vez respecto a las anteriores ha sido, simplemente, que los discretos chicos del Comic Code -traje negro, corbata negra, gafas de sol, you know- ya no están al servicio del comic para controlar de raíz estos casos.

El Blog de Jotace, sección Arqueología Comiquera, ha rescatado de entre varias colecciones particulares y bibliotecas privadas algunos casos parecidos de viñetas que, en su momento, no salieron a la luz pública, siendo sustituídas por versiones notablemente más edulcoradas, y que pueden ustedes disfrutar a continuación con la garantía de autenticidad que es éste su blog (de ustedes).

Lo dicho: nada nuevo bajo el sol.