La vida del super héroe es una vida llena de tensión.
Y la tensión puede llegar a romper a un héroe.
Así pues, Batman pronto aprendió que es conveniente encontrar vías para expulsar fuera de uno parte de esa tensión.
Por ejemplo, descubrió que irrumpir en el despacho del Comisario Gordon cuando éste no estaba, revolver en sus papeles y dejar tras de sí señales inequívocas de su presencia, le provocaba un extraño placer. Un placer culpable, que le generaba una sensación... liberadora.
Así que fue un poco más lejos.
Aprendió a aparecer y desaparecer ante las mismas narices del Comisario, aprovechando cualquier leve distracción del veterano policía. Las expresiones de fastidio y extrañeza que dejaban esas súbitas desapariciones en la casi siempre impávida cara del comisario constituían una constante fuente de entretenimiento para el cruzado de la capa.
Así que fue un poco más lejos.
Y el día que se deslizó en el despacho de Gordon y lo descubrió echándose una rápida cabezadita...

...bueno, digamos que se dejó llevar un poco...
Y la tensión puede llegar a romper a un héroe.
Así pues, Batman pronto aprendió que es conveniente encontrar vías para expulsar fuera de uno parte de esa tensión.
Por ejemplo, descubrió que irrumpir en el despacho del Comisario Gordon cuando éste no estaba, revolver en sus papeles y dejar tras de sí señales inequívocas de su presencia, le provocaba un extraño placer. Un placer culpable, que le generaba una sensación... liberadora.
Así que fue un poco más lejos.
Aprendió a aparecer y desaparecer ante las mismas narices del Comisario, aprovechando cualquier leve distracción del veterano policía. Las expresiones de fastidio y extrañeza que dejaban esas súbitas desapariciones en la casi siempre impávida cara del comisario constituían una constante fuente de entretenimiento para el cruzado de la capa.
Así que fue un poco más lejos.
Y el día que se deslizó en el despacho de Gordon y lo descubrió echándose una rápida cabezadita...

...bueno, digamos que se dejó llevar un poco...