Ahora que para la XBOX 360 han rescatado el clásico "Turtles in Time", se me han venido a la memoria las viejas historias de las cuatro Tortugas Ninja Mutantes Adolescentes. Recuerdos de mi infancia que atesoro con nostalgia. Pero cuanto más pienso en esas historias, más me doy cuenta de que, en realidad, los protagonistas eran sólo dos.
Leonardo, sabio y aguerrido líder de los cuatro hermanos, y Rafael, el fiero y rebelde convencido de que las cosas pueden hacerse un poquito más por las malas, acaparaban todas las historias. Supongo que eran los que más juego daban, ¿no? Por el eterno enfrentamiento entre ambos, porque uno era el digno sucesor del sensei y el otro ansiaba ocupar un lugar más destacado en la familia. O porque Eastman y Laird eran culés y les molaban el rojo y el azul, yo qué sé. El caso es que estos dos se llevaban siempre todo el protagonismo.
Quizás por eso a mí siempre me gustaron más los otros dos hermanos. Donatello, el frikazo inteligente y McGyver quelónido, y Michaelangelo, el otro friki atolondrado y payaso. ¿Que daban para menos historias? Pues quizás. Pero siempre he pensado que forman un equipo cojonudo y que, si se lo propusieran, podrían protagonizar su propia serie.
Así que, cuando viendo imágenes del juego antedicho, me encuentro con ambas tortugas formando un equipo imparable...

... no puedo evitar fijarme bien en ellos. Y darme cuenta de lo bien que trabajan juntos, y de lo bien que encajan.
Sólo que, si realmente me fijo bien, veo que hay algo más que lo que se ve a simple vista. Se les puede dar muchísima más profundidad a los personajes, y para ello basta con ignorar por un momento sus personalidades frikis y sus habilidades de lucha (que es lo que todo el mundo ve de ellos) y analizar un poco sus sentimientos.
Por ejemplo, Mickey...

...Mickey es un alma sensible. Está enamorado, y eso le llena de felicidad y regocijo. Observad cómo, aunque está luchando contra una banda de piratas y de ninjas (qué bonito, una rivalidad insalvable dejada a un lado para luchar contra ninjas verdes mutantes y en la edad del pavo... perdón, que me desvío) decía, aunque esté luchando, no puede evitar pensar en esa cálida y plácida sensación, en ese amor que le desborda. De ahí el corazoncito sobre su cabeza, y de ahí también la enorme sonrisa de pura alegría.
Y Donnie...

...bueno, Donnie sabe por qué Mickey sonríe tanto.
Leonardo, sabio y aguerrido líder de los cuatro hermanos, y Rafael, el fiero y rebelde convencido de que las cosas pueden hacerse un poquito más por las malas, acaparaban todas las historias. Supongo que eran los que más juego daban, ¿no? Por el eterno enfrentamiento entre ambos, porque uno era el digno sucesor del sensei y el otro ansiaba ocupar un lugar más destacado en la familia. O porque Eastman y Laird eran culés y les molaban el rojo y el azul, yo qué sé. El caso es que estos dos se llevaban siempre todo el protagonismo.
Quizás por eso a mí siempre me gustaron más los otros dos hermanos. Donatello, el frikazo inteligente y McGyver quelónido, y Michaelangelo, el otro friki atolondrado y payaso. ¿Que daban para menos historias? Pues quizás. Pero siempre he pensado que forman un equipo cojonudo y que, si se lo propusieran, podrían protagonizar su propia serie.
Así que, cuando viendo imágenes del juego antedicho, me encuentro con ambas tortugas formando un equipo imparable...

... no puedo evitar fijarme bien en ellos. Y darme cuenta de lo bien que trabajan juntos, y de lo bien que encajan.
Sólo que, si realmente me fijo bien, veo que hay algo más que lo que se ve a simple vista. Se les puede dar muchísima más profundidad a los personajes, y para ello basta con ignorar por un momento sus personalidades frikis y sus habilidades de lucha (que es lo que todo el mundo ve de ellos) y analizar un poco sus sentimientos.
Por ejemplo, Mickey...

...Mickey es un alma sensible. Está enamorado, y eso le llena de felicidad y regocijo. Observad cómo, aunque está luchando contra una banda de piratas y de ninjas (qué bonito, una rivalidad insalvable dejada a un lado para luchar contra ninjas verdes mutantes y en la edad del pavo... perdón, que me desvío) decía, aunque esté luchando, no puede evitar pensar en esa cálida y plácida sensación, en ese amor que le desborda. De ahí el corazoncito sobre su cabeza, y de ahí también la enorme sonrisa de pura alegría.
Y Donnie...

...bueno, Donnie sabe por qué Mickey sonríe tanto.
[Creeperillas's come back! Regocijate!]