Realmente, habría que ser tan irrespetuoso como irreverente para sugerir que en esta inocente imagen todo un prócer de la patria como Mariano Rajoy se aplica a fondo en la técnica del sigilo ninja con un santo cuya identidad, debido a mi deficiente formación religiosa, se me escapa.

Por eso no lo haré, y todos contentos, ¿vale?

Por eso no lo haré, y todos contentos, ¿vale?
[Ay, Barney, ¡arderás en el infierno por esto!]