Este de aquí es el Tío Gilito, de joven. Y la pollita que tiene al lado es, obviamente, alguien que le está haciendo tilín al futuro viejo ávaro. Porque, si no, ¿de qué iba a hablarle éste de, y cito, "alguien (sic) tan grande y peludo que no suele verse en tu salón los sábados por la noche"?

Dejando a un lado el evidente eufemismo que le permite a Gil Pato, todo un caballero ya pese a su aún tierna edad, elidir la ocupación de la pollita (¿Saloon? sí... claro...), está claro que lo que está haciendo es hablarle de su propia p****, a la que, como muchos otros varones, se refiere como "él"; una personificación habitual debida al cariño y a las experiencias compartidas.
¿Cómo? ¿Muy traído por los pelos, decís? Bueno. preguntémosle al propio interesado, gracias a la magia del comic. Eh, Gil Pato, ¿dónde está ese amigo tuyo grande y peludo?
¡Vaaale, de acuerdo! ¡Entre las piernas!
Ajá. Oh, y muchísimas gracias por evitarnos rimas fáciles...
¡Y pronto en tu felpudo!
Sigh...