En esos luchadores contra el mal que vulgarmente llamamos super héroes, hay una serie de atributos que el público en general ha aprendido a reconocer y admirar. Una poderosa musculatura pectoral. Unos brazos recios y fuertes. Un intelecto penetrante. Una armadura chula.
Sin embargo, los entendidos, los verdaderos connaisseurs, estamos siempre atentos al descubrimiento de determinados atributos que, si bien desconocidos por el gran público, ocultan la caopacidad de brindar un enorme servicio a sus poseedores, si se dan las circunstancias adecuadas.
Uno de los afortunados poseedores de una de estas capacidades desconocidas para el público común es Halcón. Véase, por ejemplo, cómo uno de los malos le sorprende por la retaguardia mientras está aporreando a su colega.

En su lugar, cualquier otro héroe sufriendo en sus carnes ese poderoso abrazo with soplido in the nuca que tan acostumbrados estamos a denominar sigilo ninja habría caído vencido en ese mismo instante.
Pero no Halcón.
Porque Halcón posee una de esas virtudes ocultas a las que nos referíamos, a saber...

...un esfínter de puro acero.
No puedo esperar a que Halcón cruce su camino con Batman... ¡choque de titanes!