Mostrando entradas con la etiqueta Scooby Doo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Scooby Doo. Mostrar todas las entradas

viernes, 24 de enero de 2014

Los ricos también lloran


- Pero, amo Bruce...

- ¡Ni amo Bruce, ni leches! ¡Una cosa que pido! ¡Una sola cosa, Alfred!

- Mucho me temo que ese preciso artículo no...

-  No, no, si lo entiendo. Lo entiendo. Después de todo, sólo soy el sexto personaje de ficción más rico del mundo. No puedo tenerlo todo.

- Amo Bruce, si me hubiese avisado con tiempo, yo...

- ¿Una mansión familiar con cientos de habitaciones? Sin problema. ¿Una empresa de 31.000 millones de dólares? Claro, adelante. ¿Una cueva con un dinosaurio disecado, una moneda gigante y suficientes batitrastos como para toda la Liga de la Justicia? Ya te digo. Pero, ¡ah, amigo! Cuando uno necesita una simple y humilde lata de fuagras... entonces no la hay.
- Lo lamento, señor. Ahora bien, si me lo permite, puedo ofrecerle a cambio unas exquisitas mermeladas de la cuidad selección de las cocinas de la Mansión.

- Oh, cállate, Alfr... espera, ¿mermeladas...?


- Mermeladas, señor. Dulcísimas todas ellas.

- ¿Mermeladas...? ¿Dulcís...?




Buen perro... perrito guapo... 

- Eso podría funcionar, Alfred...




miércoles, 13 de abril de 2011

¿Qué hay de nuevo, Scooby Doo?

Eh, Shaggy... no sé cómo comentarte esto, pero... no sé si te das cuenta de que que tu relación con ese chucho es, no sé... un poco... vamos, que, desde fuera... y sin conocer a fondo el tema... pues que resulta un poco...



...cómo expresarlo... ¿un poco demasiado especial?




¿No crees que, quizás debas, um... replanteártela?

¿Un poquito?

¿Por el qué dirán, y eso?

¿Eh?


Bueno, no era eso lo que quería decir, pero si así sois felicies, pues, oyes, que me alegro por vosotros.

viernes, 2 de octubre de 2009

viernes, 28 de septiembre de 2007