Hombre, a los que, como yo, Dio no nos ha llamado por los caminos del arte nos pasa a veces. Como no tenemos idea, comenzamos un brazo y luego no tenemos claro dónde terminarlo... o cómo conectarlo al resto del cuerpo... o si el número de brazos es correcto.
Por eso, es todo un consuelo para los torpes congénitos como yo la constatación que, en algún momento, en algún lugar...
Por eso, es todo un consuelo para los torpes congénitos como yo la constatación que, en algún momento, en algún lugar...
...haya un pequeño huequecito para nosotros en la industria.
[Gambor lives! Ole!]