El mundo de la creación artística está indisolublemente ligado al mundo de la crítica. Cada campo del arte ha dado a luz a su equivalente en el mundo de la crítica: tenemos crítica literaria, crítica pictórica, crítica escultórica, crítica gastronómica, crítica comiquera y así sucesivamente.
La crítica, por tanto, ha evolucionado tanto como aquellos campos que cubre. Y, por derecho propio, se ha hecho, a su vez, arte. Efectivamente, ¿quien puede negar la belleza de una crítica ecuánime y rigurosa? Nadie. Pero, si la crítica se convierte en arte... ¿no debería gozar de su propia crítica?
El Blog de Jotace, siempre en punta de lanza del posmodernismo más rabioso, inaugura hoy una nueva sección de crítica critiquera analizando la crítica de Maximortal, de Rick Veitch, firmada por Andrés S. Braun que El País publica en su edición de hoy, 22 de septiembre de 2006.
La crítica, por tanto, ha evolucionado tanto como aquellos campos que cubre. Y, por derecho propio, se ha hecho, a su vez, arte. Efectivamente, ¿quien puede negar la belleza de una crítica ecuánime y rigurosa? Nadie. Pero, si la crítica se convierte en arte... ¿no debería gozar de su propia crítica?
El Blog de Jotace, siempre en punta de lanza del posmodernismo más rabioso, inaugura hoy una nueva sección de crítica critiquera analizando la crítica de Maximortal, de Rick Veitch, firmada por Andrés S. Braun que El País publica en su edición de hoy, 22 de septiembre de 2006.
Crítica de Crítica: Maximortal, de Andrés S. Braun
Esperábamos con ansia una nueva crítica de Andrés Braun, al que probablemente recordarán de... bueno, probablemente no lo recuerden. Pero en cualquier caso, se esperaba su nueva crítica con ansia. Al menos yo.
Andrés ha tratado de dar a su nueva obra un inicio falsamente rompedor, un inicio que pretende golpear al lector y dejarle sin aliento de buenas a primeras. Porque sólo de (falsamente) rompedor se puede calificar el comenzar la critica definiendo a Superman y "la lista de super héroes que se crearon a su imagen y semejanza" como "fascismo ultranacionalista". Este tramposo inicio, este inútil efectismo, lastra toda la obra, que el lector no puede dejar de contemplar, a partir de este punto, como defensa de una tesis descartada siglos ha por simplista y, en definitiva, falsa e interesada.
Formalmente, la crítica consta de tres frases, si bien la clásica estructura planteamiento - nudo - desenlace es alterada; el desenlace (los super héroes son reflejo del fascismo y el ultranacionalismo) se presenta ya en el primer momento, mientras que planteamiento (rick Veitch ha escrito y dibujado una obra) y nudo (revisa y reinventa a Superman, a sus creadores y la historia de los USA en el siglo XX) transcurren a continuación. Continuación que no consigue desprender del olfato del lector un cierto tufillo gafapasta, que persiste insistente durante toda la obra.
En suma, un ejercicio formal de cierto mérito, pero que no basta para salvar una obra poco imaginativa y carente de profundidad, vigor y pulso narrativo.
Crítica recomendada para: Gafapastas todavía en el armario
Puntuación:
(1) Wertham
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