Cualquiera diría que, con los trágicos efectos de nuestro primer experimento genético, se nos habrían pasado las ganas de jugar a ser Dios... pero no, claro. Es que es tan divertido...
El experimento genético de hoy, niños y niñas, es el siguiente: ¿Qué ocurriría si cruzásemos a Jimmy Olsen con Aquaman?
Tic, tac...
Tic, tac...
Tic, tac...
Pues, alomojó, obtendríamos...
...un Rey de los mares pelirrojo...
El experimento genético de hoy, niños y niñas, es el siguiente: ¿Qué ocurriría si cruzásemos a Jimmy Olsen con Aquaman?
Tic, tac...
Tic, tac...
Tic, tac...
Pues, alomojó, obtendríamos...
...un Rey de los mares pelirrojo...
...con un indudable atractivo sensual para con todas las criaturas marinas...
Eso sí, la pobre Lizzie esa tenía que ser más fea que un pecado...
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Humor comiquero sofisticado e inteligente. Hacemos de la elegancia nuestra bandera. No encontrará usted nada mejor a este lado del rio ese de CHOCHOA.