Obsérvenla.
Parece agradablemente sorprendida, ¿no es cierto?
Esa mirada cómplice, esa media sonrisa que lucha por escapar de sus labios... ¿acaso ha recibido una confidencia inesperada? ¿Ha advertido algún detalle que nos ha pasado por alto? ¿Está recordando, quizás, un momento a la vez azaroso y divertido, felizmente superado? Oh, el eterno misterio femenino...
Pero estoy divagando. En este caso la razón, me temo, es mucho más simple. La dama sonríe, simplemente...
Parece agradablemente sorprendida, ¿no es cierto?
Esa mirada cómplice, esa media sonrisa que lucha por escapar de sus labios... ¿acaso ha recibido una confidencia inesperada? ¿Ha advertido algún detalle que nos ha pasado por alto? ¿Está recordando, quizás, un momento a la vez azaroso y divertido, felizmente superado? Oh, el eterno misterio femenino...
Pero estoy divagando. En este caso la razón, me temo, es mucho más simple. La dama sonríe, simplemente...
...porque es algo dura de oído.
Y sin embargo no sonríe.
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