Jueves. Voy a mi librero habitual. Ha salido el Cuarto Mundo. Nuevo formato. Más grande. Mejor. Me lo llevo. ¿Y el Graduation Day? "Ni está, ni se le espera", dice el tío de la tienda, sin levantar la vista de su lectura. Contengo a mi bestia interior. Sonrío, intentando evitar el pensamiento de a qué sabrán sus ojos. ¿Algo más? Un Biblioteca Marvel Spiderman, nuevo también. Pónmelo también. Pa la saca. Total, 9,45 euros. Pago. Me da una bolsa con los comics. Salgo de la tienda. Hora y cuarto hasta la próxima clase. Tiempo suficiente para hacer un café y leer. Espera. Algo va mal. Por el tacto noto que algo va mal. Me detengo en seco. Abro la bolsa. Saco los dos tomitos. Los pongo uno encima del otro. El horror, el horror. El Cuarto Mundo es más alto... pero no más ancho. Los abro. Es cierto. La página ocupa lo mismo. Pero el Cuarto Mundo tiene dos centímetros más de margen. Dios. ¿he pagado 45 céntimos más por un dedo de papel en blanco? Pienso en mi estantería. Habrán diferentes alturas. Los tomitos no quedarán perfectamente alineados. Siento que algo se rompe en mi interior. Alguien va a pagar por esto.
Llueve.
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