martes, 17 de marzo de 2009

¡Guau!

El fantasma de la guerra recorría Europa, y el destino de la Humanidad estaba en juego. Los Estados Unidos de América buscaban desesperadamente una forma de sacarle ventaja al poderoso enemigo nazi. En ese contexto, un científico visionario desarrolla un suero experimental, que dotaría a quien lo recibiese de un poder físico sin parangón. Pero, oh, malhadado desino, hete aquí que, tras la primera prueba exitosa del susodicho suero, un nazi infiltrado acaba con la vida del científico visionario y con su fórmula, dejando tan sólo como testimonio a un ser único de capacidades aumentadas, que dedicará su vida a defender a las madres, a la Patria y al Pastel de Manzana (con un poquito de mermelada). ¿Capitán América? ¿Qué Capitán América ni qué niño muerto? Yo hablaba de... ¡Rex, el Perro Maravilla!

Rex, deja de hacer el indio y saluda

Les parecerá a ustedes una extravagancia, pero la serie del Chucho Maravilla duró nada menos que cuarenta y seis deliciosos numerazos, en los cuales el mejor amigo del hombre (americano) demostró sus múltiples habilidades, entre las que destacaremos solamente algunas a modo de ejemplo: conducción de caravanas...



...submarinismo...

...montar a caballo...

...alpinismo...


...paracaidismo...


...euh, montar a delfín...


...doma de caballos...


...eeeeh, tarzanismo...


...o eso tan español que llamamos "arte del toreo".


Como ven, una colección imprescindible, aún más sabiendo que, en medio de tanta acción y tanto nazi vencido por un perro, en Adventures of Rex the Wonder Dog también hubo momentos para el amor...


Qué tierno, ¿no es cierto? Parece que Rex ha hallado la que podría ser... eh, un momento...



¿Bambi? ¿Te está, er, lamiendo Bambi? Bueno, pero... ¿y ahora una pantera?


Pero bueno, Rx, si nos has salido todo un... ¿Rex? ¡Rex, eso es un...! o sea, ¿cómo vas a... ¡Rex!


Pero... pero...


¡Perro malo! ¡PERRO MALO!

[Un post que pueden apuntar a la cuenta del amable Don Ausente]

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