I survived 180 teenagers

Sí señor. Nueve intrépidos profesores enfrentados a 180 adolescentes durante cinco intensos días (con sus noches), en el incomparable marco que ofrece la ciudad de Florencia, Italia. Con dos cojones. El infierno tiene que parecerse un poquito a esto, pero más noches y durmiendo todavía menos. Ya me gustaría a mí ver a la JLA intentándolo...

Algunas cosas que he aprendido, aunque la mayoría las sospechaba:

- Jamás cenes seis hamburguesas antes de subirte a un barco que se mueve mucho
- No debes irrumpir en una habitación y reprender airadamente a su ocupante por fumar... sin asegurarte antes de que la persona a quien estás increpando es realmente un alumno, y no una pobre japonesa que por poco se hace pipí encima...
- El cerebro de un adolescente es capaz de memorizar la plantilla al completo de la Juve, el Milán, la Roma y la Fiorentina. Sin embargo, la hora a la que hay que estar en el autobús constituye un desafío sólo al alcance de unos pocos elegidos.
- Jamás, jamás, jamás, metas a un grupo de chicas en un hotel sin agua caliente.

¡Atrás! ¡ATRÁS! ¡Ya os ducharéis mañana!

- Es posible sobrevivir cinco días sin dormir más que a ratos sueltos en un asiento de autobús.
- Un adolescente de dieciocho años puede escoger al presidente de este país, pero es incapaz de hacer pipí detrás de un container sin pedir antes permiso a un profesor.
- En una habitación doble de hotel, es posible encajar cuatro camas y veintitrés adolescentes.

¿Estamos todas? ¡Pues que alguien traiga dos huevos duros!

- Un adolescente se gastará lo que haga falta en unas gafas de sol, pero morirá de inanición antes que pagar quince euros por un menú.
- El rock ha muerto. Lo ha matado el MP3. Porque un viaje en autocar sin que los adolescentes se muerdan la yugular unos a otros por poner la música que más les gusta ni es viaje ni es nada.
- Es posible gastarse trescientos euros en camisetas, gafas, cinturones y pasta en menos de dos horas.
- Jamás te pruebes un delantal con el torso del David de Miguel Ángel delante de cincuenta adolescentes con cámaras.
- Según un porcentaje significativo de los adolescentes encuestados, el momento más adecuado para (intentar) zumbarse una sangría de dos litros caliente son las dos y media de la mañana.

¡Argh! ¡Coca-Cola CRUDA!

- Los camioneros italianos están de un cachas que atormenta y tienen muy, muy mala hostia cuando no se les deja dormir. Por otro lado, aunque hablen en italiano cerrado, se les entiende perfectamente cuando se cagan en tu padre.
- Cuando un recepcionista te despierta a las cuatro y media de la mañana... exacto: son un grupo de adolescentes jugando a la Play Station. Sí, se llevaron PlayStations. Varias. A Florencia.
- Es posible visitar la Galería Ufizzi en menos de veinte minutos. En cambio, es imposible sacar a un adolescente de una tienda de deportes en menos de media hora.

En fin, tú, que a partir de hoy me queda, Diso mediante, un añito -y bajando- para la próxima. Oh, y agradecer a los alegres chicos de ADLO! y de Reseñas Marvel el mantener enhiesta la bandera de la descontextualización en mi ausencia. Gracias majos. Cuento con vosotros para el año que viene, ¿ok?