Cuando unos ninjas toman una escuela y a todos sus alumnos y profesores como rehenes, Chuck Norris se hace cargo de la situación...
Obsérvese cómo su paso firme y seguro hace que los niños le adoren (¿el niño de rojo no tiene un cierto parecido con...? naah) y que los ninjas se sepan condenados. La seguridad en sí mismo que muestra Chuck Norris hace que los ninjas se lo piensen dos veces antes de actuar. Y es que los ninjas saben...
...que, aunque sea por la espalda, una bala no le detendrá, y que no tendrán tiempo de disparar una segunda. En cualquier caso, su final está próximo y su destino sellado: el camino del mal termina...
...con el perro de Chuck Norris dejándote un regalito.
¡Alabemos a Chuck Norris!
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