martes, 13 de noviembre de 2007

La felicidad completa no existe

No era nadie. Nadie.

Pero me propuse ser alguien.

Alguien importante.

Me propuse dejar mi huella en la Historia.

Y vaya si lo conseguí.

A sangre y fuego, me impuse, uno tras otro, a todos los obstáculos. Mis enemigos fueron derrotados, y muertos por mi propia mano, uno tras otro. Hasta el último.

Ahora, mi palabra es Ley.

Y aún así...



...esas malditas almorranas...


[Una imagen de JLE]

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